El edificio aparece como un hito central, sus elementos geométricos en curvas y círculos que componen las fachadas y espacios interiores, hacen que el proyecto se destaque en uno de los sectores con más vida de la isla. La elección de materiales y colores, buscan crear un edificio icónico mostrando detalles contemporáneos en tonos cálidos autóctonos del caribe que convergen para darle paso a lo nuevo sin perder los esquemas de la identidad y la esencia del lugar. 

El diseño propone y desarrolla dos volúmenes unidos por un gran patio central, que se convierte en el punto de encuentro y conexión. 

El hotel cuenta con 100 habitaciones de 3 tipologías diferentes, un lobby bar, una terraza donde también se ubica una piscina y otras zonas de relajación, una sala de reuniones y un restaurante en primer nivel. El edificio pretende generar en los huéspedes una experiencia que les permita disfrutar y descansar en un entorno caribeño, con el sol, su clima, sus ritmos y colores.